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viernes, 24 de septiembre de 2010

Carretera a ninguna parte

Conduces por una carretera, de noche, con las luces encendidas. El destino es el otro lado del mundo, pero ante tus ojos únicamente ves los pocos metros que iluminan tus luces, sabes que la carretera esta ahí, sabes que el destino esta ahí. Pero la carretera, el camino, se hace visible metro a metro, y no existe otro camino que el que tienes frente a tus ojos. Sé tu propia luz, ilumina tu propio camino aquí y ahora, con la certeza de un recorrido y de un final, pero no te dejes engañar por destinos que no ves y momentos que aun no han sucedido.

No plantees dudas en tu mente que no puedes solventar en los próximos metros, y piensa en acciones a largo plazo sobre las que tengas algún tipo de capacidad de decisión, pero no te aferres a nada de ello, nada es eterno y nada suele salir exactamente como lo planificamos. Esto es una lección importante en la vida, y algo que le da parte del misterio que la vida misma conlleva, si todo fuera preestablecido, si existiera el denominado “Destino”, y lo conociéramos, la vida día a día, minuto a minuto no tendría el menor sentido, no tendría ningún aliciente.

Cuando además de una Carretera y la noche, se cierne sobre nosotros una intensa niebla, un conjunto de pensamientos que turban la mente y doblegan nuestra capacidad de decisión, es cuando realmente nos damos cuenta de que estamos encerrándonos en jaulas que nosotros mismos hemos comprado, que nosotros mismos hemos creado. No intentes ver mas allá de la niebla, seguramente te perderás o dejarás de ver las cosas que están pasando ahora, las acciones que en realidad nos permiten cambiar las cosas.

Acepta la niebla como lo que es, algo que no se puede tocar, que no se puede cambiar, solo se consciente, obsérvala, y acabara por disiparla los rayos del sol. En el momento en que te das cuenta que tus pensamientos, en la gran mayoría de ocasiones, no surgen de ti, tomas conciencia de que algo dentro de ti tiende a mantenerte aferrado a situaciones que pasaron, o a ilusiones que están por venir, la mente. Con el simple acto de verte como un observador de tus propios pensamientos ya habrás dado un paso hacia la presencia constante en el aquí y ahora. Sabrás al menos, que puedes distanciarte de ellos, que no duraran siempre.

Solamente un espacio libre para olvidar, un pequeño conducto de claridad, es lo que nos ofrece una salida, una guía a través del camino de nuestra vida. Seria como seguir las finas líneas blancas de la carretera, durante el corto trayecto que dura la niebla. Todo el sufrimiento, todas las penas, todo lo malo, acaba disipándose, acaba siendo “nada”, porque “nada” ha sido siempre, y seguiría siendo “nada” si no lo hubiéramos traído a los trastornados pensamientos de nuestra arma mas poderosa y que mas dejamos que nos domine, la mente.

Recuerda caminar tu camino paso a paso, con el horizonte como único objetivo a la vista.

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