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jueves, 17 de junio de 2010

Un camino se inicia, cuando otro termina.

Divagando entre verdes aromas, con la mente turbia pero sobrio y con Motley Crue como acompañantes de camino, rodeado de mis guitarras y unas pequeñas cuatro paredes he roto mi mente, mis limites y mis expectativas, solo y deambulando por un camino sin norte pero con rumbo, bebiendo de los suspiros de la vida: de la desazon, miedo y las penas asi como del mas intenso aroma.

Un rumbo definido pero sin norte, aplacando las inquietudes, deshaciendo lo pasado y futuro, solo caminando hacia donde te lleve la corriente, vívido, sin ruta y loco, muy loco. Vivir para ver la vida pasar o para esperar eternamente que algo suceda es el sindrome del temor, de lo desconocido que arraiga en cada una de las mentes, en cada uno de nosotros desde el momento en que sabemos que nada es eterno, que nada es atemporal a excepcion del presente, este instante, y solo este momento esta constantemente con nosotros. Vivir en un camino en el que no te crees un norte definido.

En este momento empiezo otro desvio en mi camino, la perturbadora historia de mi mente, presentada en un formato que no esperaria y con la unica intencion de soltar lo que surge de mi, habra momentos mejores y habra momentos peores, pero lo que siempre tengo presente es el "ahora", ahora que se rompe por el rugido de mi cuerpo que desgarra mi mente y paraliza mis dedos, pidiendome a gritos algo de vida, algo de comida. Decididamente, hoy, Jueves 17/6/10 voy a abrir los ojos al mundo.

Un abrazo.

Salu2

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